INTRODUCCIÓN

Desde los relatos de ogros en la edad media, los Saturnos de Goya y Rubens, los demonios resucitados por Mary Shelley o los pulpos espaciales de H. P. Lovecraft, el horror es el género que más ha cautivado a la audiencia desde el principio de los tiempos y a continuación, te mostraremos qué tiene que ver Attack on Titan en todo esto.

Vivimos marcados por el horror; desastres naturales, el colapso ambiental, la violencia, los descabezados con pancartas y los señores ogro de la vida real que secuestran niños para vender sus órganos en el mercado negro, la constante amenaza de ser ganado en el matadero a la espera de que algún político decida que nuestra muerte es favorable. La portada de un periódico amarillista es un reflejo de nuestras vidas.

El horror se compone de muchos elementos; la irracionalidad, el peligro, es aquello que escapa de nuestro control; la evidencia de que estamos vivos, el recordatorio de la fragilidad humana.

Gran parte de lo que nos motiva a consumir estas historias, sin duda, es la catarsis. Pero para que el horror funcione como un medio catártico efectivo, debe ser construido, desarrollado poco a poco desde el miedo, hasta llegar a su punto de ebullición; el horror no puede salir de la nada.

El trabajo del arte que busca generar miedo mediante cualquier narrativa, ya sea manga, cine o literatura, consiste en anticiparle al espectador una amenaza. Se construye progresivamente una situación de tensión que deberá llevar a un momento climático que explotará en una situación de horror absoluto.

Attack on Titan destaca, tanto el manga como el anime, por su notable uso de la narración para generar tensión en el espectador y llevarlo a una situación de horror.

Si estás leyendo este artículo, es posible que ya hayas visto la serie y sabes qué pasa al final, pero también es posible que vayas por los primeros capítulos o hayas leído algún número del manga.

Para evitar spoilearte, me limitaré a dar ejemplos solamente del primer capítulo del anime, pues considero que contiene la esencia de una gran obra de terror.

He conocido personas que quedan tan horrorizadas tras el primer capítulo, que decidieron no volver a verla, otros quedan atrapados. Mi mejor amiga, por ejemplo, ama la serie, pero no puede verla sola, o en la noche.

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HAJIME ISAYAMA

Hajime Isayama comenzó a trabajar en Attack on Titan a los 19 años, y en 2006, publicó un prototipo del primer capítulo bajo el nombre  de Humanity vs Titans, ahora conocida como Attack on Titan Volumen 0.

La obra de 65 páginas no tuvo mucho éxito, debido en parte a la mala calidad en los dibujos. Isayama siguió desarrollando su historia, se trasladó a Tokio, comenzó a trabajar en un cibercafé, y en 2009 consiguió serializar su manga en la revista Bessatsu Shōnen Magazine.

La primera publicación de Humanity vs. Titans era muy diferente a lo que conocemos ahora. Los personajes eran otros, y los titanes eran mucho menos aterradores, aunque ya existían algunos elementos, como la gran muralla que protege a los humanos, solo que en aquellos días estaba hecha de árboles y no de… otra cosa.

Según contó el autor a un programa de televisión japonesa, la inspiración para modificar a los titanes a lo que conocemos, surgió de su época en el cibercafé.

Isayama relata que una noche tuvo que lidiar con un cliente borracho que se puso particularmente violento. La experiencia le pareció tan desagradable por el horror que le causaba este sujeto aparentemente irracional.

La absoluta incapacidad para comunicarse con el otro perturbó al mangaka demasiado. No quiero imaginármelo viviendo en la Ciudad de México.

Con el tiempo, los trazos de Isayama mejoraron, inspirado por los gestos expresivos de los clientes del cibercafé, que parecían vagar sin conciencia por el mundo, y en 2011, ganó el premio Ködansha Manga Shō a mejor Shōnen.

Actualmente, Attack on Titan cuenta con más de 50 millones de copias vendidas, un anime de cuatro temporadas, y una larga lista de spin-offs, ovas, películas live action (muy malas, por cierto) y hasta un parque temático en el Universal Studios Japan.

Con tan solo 34 años, Hajime Isayama ya es un referente del manga y la cultura japonesa. Una de las claves de su éxito, es el horror.

EL MIEDO Y EL HORROR

Dado que el horror es la consumación del miedo, primero habrá que preguntarnos, ¿qué es el miedo? El miedo es la respuesta emocional que experimentamos ante una situación de peligro.

Evolutivamente hablando, se puede entender como el mecanismo neurobiológico desarrollado para identificar y evitar situaciones potencialmente dañinas. La amígdala es la región del cerebro más vinculada a esta emoción, y su principal función es procesar la información recibida del entorno y detectar cuando hay una amenaza.

Mientras evalúa los posibles riesgos, podemos experimentar el estado conocido como la ansiedad, y si resulta que existe un peligro, la misma amígdala puede generar una respuesta agresiva para defendernos. Es decir, cuando tenemos miedo somos más propensos a la agresividad.

Resultado de un proceso de selección natural, cada especie ha desarrollado sus propios miedos para adaptarse al ambiente dependiendo de sus condiciones particulares.

Así, una rata, que puede ser fácilmente devorada por un búho que la vigila desde las alturas, o un gato que lo acecha desde la cocina, tendrá un miedo natural a los espacios abiertos, a ciertos tipos de feromonas, o los lugares bien iluminados.

El miedo a las alturas nos puede salvar de una caída como el miedo a la oscuridad pudo salvar a los primeros homínidos de ser devorados por un leopardo.

Claro, actualmente las probabilidades de ser devorado por un leopardo son considerablemente bajas para muchos de nosotros, sin embargo, el mecanismo persiste.

Estás en una habitación oscura, escuchas sonidos extraños. Tu corazón late con fuerza enviando sangre a los músculos, que pronto deberán prepararse para huir o pelear. Sabes que no habrá un tigre al prender la luz.

Afortunadamente, la cultura se ha encargado de llenar el vacío dejado por los viejos felinos con nuevos depredadores de la imaginación. Horlas, fantasmas y vampiros, pueblan la oscuridad de la mente humana, fusionando los miedos primigenios ligados a nuestra supervivencia, con el simbolismo generado por nuestras complejas psicologías y contexto histórico y cultural en que vivimos. El leopardo vuelve a acechar, las arañas ahora son gigantes.

El miedo es la tensión que se genera antes de encender la luz. Es la amígdala nerviosa. Al prenderla, pueden pasar dos cosas: descubrimos que no hay nada, y el miedo se disipa, o nos encontrarnos con el tigre.

Que el vampiro nos salte encima, que el fantasma enseñe sus huesos, eso es el horror. El horror es nuestros miedos hechos realidad.

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ANÁLISIS DE ATTACK ON TITAN

Comienza Attack on Titan. La ciudad atónita observa en silencio sepulcral una mano gigantesca que se alza sobre el muro. La humanidad recuerda que está encerrada como ganado, esperando a ser devorada. Música dramática.

Desde el primer momento, Attack on Titan nos advierte que algo terrible está apunto de suceder. Aquí, Isayama comienza a tejer la tensión inicial a partir de la cual va a pavimentar su camino al horror. El resto del capítulo se nos muestra la vida cotidiana de los personajes, y poco a poco, se nos revelan detalles de su mundo.

A pesar de que ya podemos intuir lo que va pasar, el primero en darle forma verbal a nuestro miedo es Eren.

Mientras todos intentan llevar vidas apacibles y hasta frívolas, Eren es el niño molesto de serie de anime que nos recuerda constantemente que la amenaza de los Titanes es real, y aunque no hayan atacado en 100 años, eso no significa que no atacarán en cualquier momento.

Corte a un pescado siendo decapitado, recordándonos a modo de memento mori que la humanidad no es libre solo por vivir tranquila, y que simplemente somos alimento esperando en un buffet para gigantes.

Los héroes de la humanidad regresan vencidos, vemos a una madre desconsolada mientras sostiene el único brazo que recuperaron de su hijo, todas estas escenas sirven para prepararnos para el horror que se avecina. El espectador sabe lo que el personaje ignora.

Las personas de este mundo nos podemos identificar con la metáfora. Aquellos que vivimos en la Ciudad de México, sabemos por experiencia que en cualquier momento la vida cotidiana puede ser invadida por fuerzas colosales que nos aplastan, nos asaltan o pisotean nuestros derechos e integridad.

La bomba atómica

Sería fácil imaginar que tras dos bombas atómicas, la sociedad japonesa crearía monstruos como Godzilla para encarnar el pánico nuclear de la postguerra. Sin embargo, Albert Camus nos muestra en La Peste, que ésta es una parte fundamental de la condición humana.

En la novela de Camus, el pueblo de Orán sufre una pandemia que se lleva la vida de la mitad de la población (¿suena conocido?). A pesar de la aparente situación de crisis, la ciudad parece caer en un letargo de desesperación sumisa.

Tras una larga y penosa lucha con la muerte, sin explosiones, sin grandes efectos especiales, solo mucha muerte, los personajes se dan cuenta que incluso en los tiempos de normalidad, el ser humano está inmerso en un mundo aleatorio que en cualquier momento puede cobrar nuestra vida, en cualquier momento puede surgir una nueva peste e incluso si no surge, ¿acaso la vida misma no es una pandemia que a todos enferma?

En un mundo carente de sentido, donde no hay un propósito y probablemente tampoco un dios, Camus nos enseña que lo más importante que podemos hacer es llevar una vida dedicada a amar al prójimo y luchar por aliviar el sufrimiento de las personas, en la medida de lo posible.

Aquí podríamos hacer una larga apología a la decencia humana y los valores de la fraternidad, pero prefiero seguir hablando de cosas mórbidas.

Attack on Titan utiliza la narrativa para crear una atmósfera de miedo que surge de la expectativa que esa primera imagen de una mano sobre el muro creó en nuestra cabeza.

Muchas películas y obras de horror fallan al carecer de una atmósfera de miedo que anticipe la intrusión climática de lo horrendo, algunos directores y escritores se enfocan solo en el crlimax sin desarrollar la anticipación que lo vuelve poderoso.

Isayama no solo tiene éxito en prometer que su historia será oscura y violenta, sino que al llegar al momento climático del horror, nos sorprende con situaciones infernales que superan las expectativas que nos habíamos planteado. Pero de esto hablaré en la siguiente entrega.

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