Erróneamente se cree que las mujeres mangakas se centran, principalmente, en crear historias románticas o sentimentales, pero no es así.
Las mangakas de las que te hablaremos a continuación tienen algo en común: de niñas observaron el trabajo de admirables mangakas del género shonen que exaltaban la fuerza y agresividad de los personajes, con la añoranza de alguna vez poder crear sus propios mangas agregando el componente emocional que les hacía falta.
Así, la nueva generación de mujeres mangakas ha transformado el panorama del manga con obras que, en muchas ocasiones, son difíciles de encasillar en un solo género. En seguida te presentamos una selección de estas mujeres y sus principales obras.
Moto Hagio, El Clan de los Poe
Moto Hagio es una prestigiosa mangaka a quien se le considera una pieza fundamental en la moderna transformación del manga escrito por mujeres.
Se trata de una verdadera autora de culto que modificó el mundo del manga shoujo tradicional a partir de la incorporación de una numerosa variedad de personajes y situaciones.
De acuerdo con declaraciones de la misma autora, uno de los propósitos que persigue a través de su obra es el de demostrar a los lectores de América que el manga no sólo puede enfocarse con éxito en historias de héroes, sino que también existe un sinfín de posibilidades, así como una vasta cantidad de temas a explorar.
En la obra de Moto Hagio pueden apreciarse motivos recurrentes, entre los que destacan los traumas infantiles, las familias disfuncionales e incluso los factores hereditarios o ambientales que influyen en el crecimiento psicológico de las personas.
Así, por ejemplo, en su trabajo suelen exponerse relaciones familiares o amorosas que se caracterizan por ser poco convencionales.
Por otro lado, en su manga son comunes los alienígenas, científicos misteriosos o vampiros, inmersos en historias de ciencia ficción o terror.
Uno de los títulos más relevantes de dicha autora es El Clan de los Poe, título que, aunque entra dentro de la categoría de shoujo, no consiste en una sencilla historia romántica, sino en un conjunto de historias que retratan la vida de una familia de vampiros.
Esto permite que la autora indague en cuestiones como la muerte, el envejecimiento y el dolor.
Gracias a esta obra, Moto Hagio obtuvo en 1976 el Shogakukan Manga Award en la categoría de shonen, el premio del mundo del manga equivalente a los Óscares.
Rumiko Takahashi, Inu Yasha
De las mujeres mangakas, Rumiko Takahashi es una de las más conocida en Occidente gracias a la versión anime de Ranma ½, una de sus obras más relevantes donde, con mucha gracia, se narra el accidentado romance entre Akane Tendo y Ranma Saotome, un chico que fue víctima de un hechizo que lo convierte en mujer cada vez que le cae agua caliente.
Otro de los títulos relevantes de Takahashi es el de Urusei Yatsura, en donde se cuenta la turbulenta relación entre Ataru Moroboshi (estudiante de preparatoria en un pequeño pueblo) y Lum, una especie de alienígena.
En este manga resaltan los triángulos amorosos, las referencias a la mitología china y japonesa, así como la vida estudiantil de los protagonistas. Urusei Yatsura, que más o menos puede enmarcarse dentro del género de ciencia ficción, tuvo mucho éxito en Japón.
Tanto Ranma ½ como Urusei Yatsura se consideran comedias románticas.
Takahashi ha declarado que después de crear ambas obras, quería hacer algo más “serio”, razón por la cual surgió Inu Yasha, un manga que trata sobre la búsqueda de una perla mística, en medio de un ambiente que se remonta al periodo Sengoku de Japón.
Entre las mujeres mangakas Inu Yasha es un shonen fuera de lo común porque, a diferencia de otros shonen, no se enfoca exclusivamente en mostrar el desarrollo de la fuerza del personaje principal masculino –también llamado Inu Yasha– sino que se centra en la relación afectiva que surge entre él y Kagume, pero, sobre todo, en la exploración de los sentimientos de los personajes.
De hecho, uno de los principales atributos de este manga se encuentra en que todos los personajes, incluido el villano, tienen fuertes argumentos que justifican sus acciones.
Esto hace que la maldad y la bondad no sean dos fuerzas abstractas en constante lucha, sino la materialización de los miedos y anhelos de los personajes.
Inu Yasha es un manga shonen fuera de lo común, con personajes bastante complejos, una estructura muy cuidada y un final extraordinario, ¡no te lo puedes perder!
Hiromu Arakawa, Fullmetal Alchemist
Hiromu Arakawa es una misteriosa mangaka que, aunque ha dado pocas entrevistas porque es muy reservada, posee gran renombre debido a que es la autora de uno de los mangas más famosos de nuestro tiempo: Fullmetal Alchemist.
Por si todavía no lo conoces, este manga cuenta la historia de los hermanos Elric, quienes pierden partes de su cuerpo mientras intentan resucitar a su madre a partir de prácticas alquímicas.
Fullmetal Alchemist concentra elementos que ya antes su autora había utilizado en otros mangas: la magia, la alquimia, la estética steampunk, ambientes bélicos y conflictos militares.
Hiromu Arakawa escribió esta historia durante nueve años y, según sus propias palabras, fue difícil de terminarla después de todo ese tiempo, porque creía que el final le dejaría una sensación de tristeza, aunque no fue así.
Tal fue el éxito de Fullmetal Alchemist que Arakawa no sólo ganó muchos premios con él (como el prestigioso Shogakukan Manga Award en la categoría de shonen), sino que además a partir de él se crearon dos animaciones distintas, novelas ligeras, cd dramas, videojuegos, una película independiente y todo tipo de merchandising.
Hiromu Arakawa posee una ideología bastante particular respecto a su trabajo.
Ella dice que, en el tiempo que trabajó y vivió en la granja de su familia, su padre le inculcó que aquello que más cuidaba era lo que más beneficios le otorgaba; que hay cuestiones impredecibles que afectan los resultados de tu trabajo, pero que en esencia la recompensa a tu esfuerzo es equivalente al empeño que pones en tus actividades.
Jun Mochizuki, Los apuntes de Vanitas
Jun Mochizuki es una de las mujeres mangakas que también ha revolucionado el mundo del anime a través de sus obras, las cuales difícilmente pueden encasillarse en un género específico.
De hecho, la misma Mochizuki ha declarado que cuando escribe sus historias no piensa en escribirlas para que se adecuen a un género, sino en disfrutar del proceso, incluso si lo que crea no cabe dentro de los cánones establecidos.
Una de las obras más reconocidas de Jun Mochizuki es Pandora Hearts, donde se tratan temas como la depresión, las relaciones familiares o las consecuencias de ser distinto a los demás.
Sin embargo, además del anterior, quisiéramos recomendarte la lectura de Los apuntes de Vanitas un manga que está ambientado en un alternativo París steampunk en el que se está llevando a cabo una guerra entre humanos y vampiros, misma que fue provocada por un científico lunático que quería trastrocar la realidad.
Ahí, un vampiro llamado Noé y, por otro lado, un hombre llamado Vanitas, buscan el Libro de Vanitas, un artefacto que perteneció al temido vampiro de la Luna. Juntos, Vanitas y Noé tratan de resolver los misterios del Charlatán, una fuerza que corrompe a los vampiros enfermos.
Los apuntes de Vanitas, como otras de la autora, se caracteriza por mostrar cómo las apariencias de los personajes, con frecuencia, son muy distintas a lo que en realidad sienten y piensan.
Tal cualidad del manga de Mochizuki se aprecia en la configuración de sus villanos, pues la maldad que hay en ellos siempre tiene una explicación.
De acuerdo con las propias declaraciones de la autora, resulta más admirable que la motivación de un villano no sea un deseo inexplicable, sino que el lector entienda qué quiere este personaje, por qué lo quiere, cómo va a lograr su propósito y qué pasaría si la historia le diera lo que busca.
El tratamiento de los personajes, la calidad y detalle de los dibujos y el ambiente fantástico que se crea son las principales razones por las que no debes dejar de leer el manga de Mochizuki.
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