The Umbrella Academy Comic

La verdad, he tenido que regresar al video musical de Welcome to the Black Parade (My Chemical Romance) para poder entender verdaderamente este cómic. En este artículo, quiero dejar unas líneas para regresar a ellas más adelante:

“Son, when you grow up

Would you be the savior of the broken

The beaten and the damned?”

Gerard Way era un adolescente la primera vez que quiso adentrarse en el mundo del cómic. Cuenta que a los quince años auto publicaba sus historietas con la máquina de escribir de su abuela.

También te puede interesar:JUSTICE LEAGUE ZACK SNYDER CUT, LO QUE ESPERÁBAMOS HACE 4 AÑOS (SPOILERS MUCHOS SPOILERS).

Tiempo después, tras haberse graduado en la School of Visual Arts de Nueva York como cartoonista, con un trabajo de becario en Vertigo Comics (línea editorial de DC Comics de un contenido alternativo y adulto) su sueño flotaba por los mismos pasillos que Grant Morrison (Arkham Asylum,The Invisibles), a quien Gerard admiraba y quien tiempo después acabaría participando en videoclips de su banda.

Cinco años de éxito en la escena rock alternativo/emo después, Gerard Way lee el relanzamiento de Doom Patrol de DC Comics y sabe que tiene que regresar a esa vida de cómics. Tiene que crear su cómic. Es ahí, cuando fuertemente inspirado por Doom Patrol surge la serie de The Umbrella Academy.

Dividida en tres volúmenes publicados hasta la fecha (Way ha anunciado una totalidad de ocho) y publicada por Dark Horse (competencia de DC Comic, con títulos como Alien, Hellboy y La Máscara), The Umbrella Academy habla sobre las grandes hazañas cuando tu identidad ha sido impuesta.

Sobre el valor y la fuerza cuando los que debieron ser tus referentes en la infancia, no estuvieron ahí para representarlos, sino para crear miedo.

¿Cómo se salva el mundo cuando no puedes siquiera desenvolverte funcionalmente en él?

La respuesta es única: siendo un superhéroe. Luther (Spaceboy), Diego (The Kraken), Allison (The Rumour), Klaus (The Seance), Numero 5, Ben (The Horror) y Vanya (The White Violin) son los miembros de la Umbrella Academy.

Hermanados de una extraña forma, comparten su infancia combatiendo el mal y peleándose entre sí. Tras la presentación de personajes con un suceso surrealista que involucra la Torre Eiffel, la verdadera trama arranca veinte años después, tiempo que los miembros de la Umbrella Academy han estado sin verse. Se reúnen (salvo Ben y Vanya, en paradero desconocido) para el funeral de su padre adoptivo, The Monocle, Sir Reginald Hargreeves.

Ahí, Número 5, con cara y cuerpo de niño de diez años, que ha vivido sesenta años en el futuro, les dirá que tienen tres días para librar al mundo del apocalipsis. Pero resulta que Vanya no está tan perdida ni desligada emocionalmente de la Academia como ellos creerían. El director de la Orquesta Verdammten conoce su historia, conoce su violín, y conoce sus capacidades mejor incluso que su padre.

Aunque supuestamente es accesible salvar el mundo cuando eres un superhéroe, pero, ¿qué poder es el que necesitas encontrar en ti cuando la amenaza, la causa del apocalipsis, es tu hermana? Y volviendo a las líneas iniciales (no podemos olvidar quien escribe) los capítulos de Welcome to the Black Parade, de nuevo la pregunta: ¿cómo ser el bueno, el que salve, el que ayude? El cómic, al igual que la canción, lleva el firme mensaje de que solo a través del momento de dolor podemos encontrar el modo correcto de vivir, ayudando a los más débiles, o aquellos que nos necesitan a ser mejores.

Una visión impregnada en Gerard desde los tiempos de su infancia y que se extendió a toda su carrera artística. Incluso en el nombre del equipo, The Umbrella Academy, puede verse este trasfondo: su lema, Ut Manum Pluvia, proviene de una expresión latina que significa “Cuando el mal llueve”. Así como el paraguas protege de la lluvia, los miembros de la Academia (Umbrella: Paraguas) protegerán al mundo del mal con sus poderes. Un análisis diferente apunta a la escena final de Apocalypse Suite, sobre la que no daremos más detalle.

El primero de los tres volúmenes, Apocalypse Suite (2007), se centra en la reunión de los protagonistas (superhéroes), su relación en una dialéctica de amistad/antagonismo y la exploración identitaria de cada uno de ellos, decorada en el inicio de cada issue a través de la perspectiva de Sir Reginald Hargreeves, Vanya, Dr. Terminal y Pogo, respectivamente.

El dibujo corre a cargo de Gabriel Bá (Daytripper), con una esencia que nos devuelve a ratos a las escenas que solían acompañar la música de Gerard Way: vestuarios oscuros, antifaces, alto contraste, y, sin duda, un halo de oscuridad alimentado por la trama. En Apocalypse Suite, la música es un actor fundamental en los acontecimientos.

Los siguientes números son Dallas (2008) y Hotel Oblivion (2018), con algunos extras de short stories como Mon Dieu y The Murder Magician. Ya hay título para la siguiente publicación, que debe salir este año: Sparrow Academy.

The Umbrella Academy Comic en Netflix

El cómic ha tenido adaptaciones en la televisión, Netflix, hizo posible la llegada de este comic a los hogares, aunque únicamente inspirada en las dos primeras entregas de Apocalypse Suite. Cabe resaltar la participación de Elliot Page como Vanya. Y, como era de esperarse, parte de la banda sonora hecha por Way.

Sin embargo, aunque la primera incursión de Gerard en el mundo del comic ha sido relativamente exitosa (consiguió el premio Eisner en 2008), la obra merece un par de observaciones en torno a problemas que parecen ser imperecederos.

the umbrella academy comic y netflix

¿Por qué cuesta tanto escribir un personaje femenino?

Las tres mujeres que aparecen (Vanya, The Rumour y la madre-androide) son personajes cuyas acciones, cuando las tienen, no tienen justificación.

El cambio de bando repentino de Vanya ha sido duramente criticado, no siendo sostenido por el desarrollo del personaje; Rumour no ejerce su superpoder en ningún instante de la primera entrega, solo se nos resalta su faceta de madre (su única preocupación), y, por si fuera poco, la única vez que la vemos en acción termina perdiendo su habilidad, sin haberla usado.

La otra figura femenina es el androide que Sir Reginald Hargreeves creó para que funcionara como figura materna para los niños. Pero no tiene ninguna agencia propia, y siempre se muestra pasiva, perdida en otro lugar. La escritura Way en esta parte, resulta enteramente decepcionante. No hay voz, no hay acción, solo son mujeres que viven colateralmente la historia principal llevada a cabo por hombres.

En otra línea, me pregunto por qué el villano principal (el director de la Orquesta Verdammten) muere tan inmediatamente, eliminando toda posibilidad de que nos cuente cuál era su propósito, su móvil para destruir el mundo.

Esta tautología podría estar resuelta para algunos en una entrevista posterior al estreno de la serie en Netflix, donde Gerard Way dice: “Lo que le gusta a Dark Horse de la historia, es que es como una caja de misterios que se abre continuamente; nunca develamos todos los secretos, hay que seguir leyendo”.

Personalmente, cuando una historia cae en las garras del marketing de tal manera, ha perdido por completo mi atención. Si el formato no merece la suspensión de información, si la historia no precisa esos vacíos en la trama, solo es un recurso para ventas y es fácil que el espectador se sienta engañado y desencantado.

En conclusión, The Umbrella Academy supone, para muchos, un refresh para el viciado mundo de los superhéroes. Es surreal, creativa y a ratos increíble. Pero se extraña una habilidad para contar historias, esa sustancia intangible que logra que se perciba como algo más que la suma de las partes.

También está desaparecida una maestría (que suele ser huidiza) para lograr enlazar líneas de diálogo y que éstas se sientan reales en sus personajes. Y profundidad. Tener ideas originales, locas, y pegarlas en un storyboard no es suficiente para que la historia sostenga y extienda sus pasos.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *